martes, 26 de febrero de 2008

“Cara a cara”: Zapatero-Rajoy.

Ayer se celebró un importante encuentro en nuestro país: dos candidatos a la presidencia del gobierno se retaron y batieron en duelo para defender sus argumentos.
El debate estuvo muy controlado y su preparación fue impresionante, estaban medidos hasta temperatura del plató que, si mal no recuerdo, era de 21ºC.
Fue importante, como digo, el encuentro, porque se trata del primer “cara a cara” que ha habido en la historia de la democracia e este siglo, pues el último fue hace quince años entre José María Aznar y Felipe González.
El líder de la oposición llegaba al plató con un minuto de antelación a lo previsto y se disponía a saludar a los periodistas y a los organizadores del debate.
Poco más tarde llegaba el Presidente del Gobierno, Zapatero, con unos minutos de retraso. También se repitió el mismo proceso, saludos a la prensa y foto con los moderadores.
Los dos candidatos tomaron asientos y se dispusieron a comenzar con el duelo político.

Yo no puedo ofrecer el análisis de un sociólogo o un politólogo, pero si de un joven socialista. Para mí el debate fue bastante duro y nos dejó un sabor un tanto agridulce.
En primer lugar, no se trataron apenas temas clave para los ciudadanos, como lo eran las propuestas electorales de los partidos. El líder del PP sólo se dedicaba a atacar a Zapatero y a su gestión al frente del gobierno, con datos que muchas veces contrastaba con los del presidente. Por otra parte, Zapatero tenía que contestarle a su argumento y lo hacía como siempre, desde la serenidad y la calma.
A medida que avanzaba el debate, el plató se iba llenando de crispación y el tono se iba elevando, cuando se produjeron unas acusaciones gravísimas por parte de Mariano Rajoy a Zapatero que dijo que “Zapatero agredía a las víctimas”.
Rajoy cuestionaba los datos con los que se defendía el presidente Zapatero, aunque estos datos eran oficiales.
Al final del debate, Rajoy nos soltó una retahíla increíble acerca de la vida de una niña e intentó mostrar sus preocupaciones por la vida de los españoles. El discurso final fue poco creíble e incluso prácticamente leído.
Por otra parte, Zapatero se comprometió a seguir por el camino del progreso y deseó a todos los ciudadanos “buena suerte”.
Tras concluir el debate, como es obvio, los medios de comunicación emitieron sus conclusiones y una serie de encuestas que, eso sí, daban como vencedor, por distintos márgenes, al Presidente del Gobierno frente al líder de la oposición.
La cadena privada de televisión Cuatro señaló que Rodríguez Zapatero logró convencer a los electores con 45.4 por ciento de aceptación, frente a 33.4 por ciento de Rajoy. La televisora La Sexta dio como ganador al presidente con 45.7 por ciento, frente a 30.1 de Rajoy, mientras que Antena 3TV otorgó al aspirante socialista 45.5 por ciento y al líder opositor 39.3 por ciento.Desde mi más humilde opinión, me gustaría decir que el candidato socialista tuvo una mejor defensa y más argumentos para convencer al electorado, mientras que el candidato “popular” sólo se ciñó al insulto y a la defensa de argumentos demagógicos y crispantes.

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