Ciudadanos y ciudadanas de Villafranca de los Barros, como sabemos que a la hora de votar siempre es bueno tener suficiente información, queremos compartir con tod@s vosotr@s las propuestas que nuestro candidato a las Elecciones Europeas defenderá y promoverá si resulta triunfador en las próximas elecciones del 7 de Junio.
Los gobiernos conservadores de la Unión Europea y de la derecha de la Eurocámara son quienes más se han resistido a articular una acción conjunta y coordinada de la UE ante la crisis. Por eso hay que darle la vuelta a la actual mayoría en el Parlamento Europeo, para dar voz común a Europa en las respuestas globales ante la crisis.
Los y las socialistas españoles trabajaremos por un gran pacto para la superación de la crisis y el impulso de un nuevo modelo de crecimiento altamente productivo, que apueste por sectores innovadores, que sea medioambientalmente sostenible, que cree empleo de calidad y bien protegido, que respete los derechos sindicales, que evite competencia desleal dentro de la UE con menor protección o salarios más bajos, que reparta con justicia beneficios, cargas y responsabilidades.
Para consolidar este modelo social, que no está garantizado sin una mayoría progresista, los socialistas apostamos por una educación de alta calidad para todas las personas y asegurar una educación postuniversitaria reconocida por todas las instituciones a nivel europeo. El éxito del programa Erasmus en la construcción de una ciudadanía europea aconseja su intensificación, de manera que todos los estudiantes universitarios de segundo ciclo tengan la oportunidad de cursar un semestre en otra Universidad de la Unión, así como su expansión al nivel de la educación secundaria con estancias financiadas desde el sector público.
En la construcción de un modelo económico más competitivo, apoyamos un nuevo y ambicioso Plan de Acción energético para Europa en el horizonte de 2012, en el marco de una Política Energética Europea basada en la sostenibilidad y diversificación de las fuentes, la integración del mercado, la solidaridad entre los miembros de la Unión, y la disminución en la dependencia energética. La Unión ha de asumir decididamente el reto de la sustitución, paulatina pero consistente, de la energía del carbono por las energías renovables, y avanzar en la sustitución de la energía nuclear e incorporar las tecnologías limpias a los sistemas de generación térmica e investigación en la captura del CO2.
De todos los retos que afronta el mundo actual, el que más nos compromete a todos y a todas es el del cambio climático. Los socialistas somos plenamente conscientes de la necesidad de dar un giro hacia el color verde de nuestro sistema productivo y de nuestra forma de vida. La Unión debe asumir la iniciativa para alcanzar, en la cumbre de Naciones Unidas a finales de 2009 en Copenhague, un acuerdo global de reducción de emisiones. Promoveremos que Europa esté dispuesta a llegar, como mínimo, al 30%, tendiendo al 40% en el horizonte de 2020, siempre que asuman compromisos equivalentes los grandes emisores industrializados.
Los y las socialistas españoles queremos contribuir a generar un gran pacto por el agua que no entienda de fronteras y que pase a formar parte, junto con la energía, del catálogo de políticas de seguridad estratégica de la UE, así como parte sustancial del mecanismo de solidaridad en la cooperación por el desarrollo.
Para los progresistas, el aumento de competitividad del sistema productivo europeo no puede ser otro que el del aumento del empleo de calidad, con incentivos a favor de los colectivos más vulnerables. En este sentido, proponemos la consolidación de un “Erasmus” laboral o un Programa Europeo de FP y la priorización de empleos en educación, sanidad, servicios sociales, atención a la dependencia y en la llamada economía verde.
Ha llegado también el momento de acompañar la libre circulación de trabajadores y trabajadoras con la participación de los mismos en los procesos de toma de decisiones, de consolidar el diálogo entre empresarios y empleados y de fomentar la negociación colectiva a nivel europeo. Para ello, necesitamos un Pacto Social Europeo de Progreso, una nueva agenda social europea que rompa y supere el bloqueo que hemos padecido en el último periodo por la oposición de la mayoría conservadora.
I. UNA EUROPA COMPETITIVA Y PROFUNDAMENTE SOCIAL EN UN MUNDO GLOBALIZADO
El escenario en el que acudimos a las urnas el 7 de junio está marcado por la profunda crisis económica y financiera global cuyas consecuencias más dramáticas se manifiestan en el crecimiento del paro. Articular una respuesta europea eficaz frente a esta situación es la decisión más urgente que tenemos que adoptar. Progresistas y conservadores no tenemos la misma responsabilidad en su origen, no la padecemos de igual manera y no cuidamos los intereses y necesidades de la misma gente a la hora de superarla.
Los gobiernos conservadores de la Unión Europea y de la derecha de la Eurocámara son quienes más se han resistido a articular una acción conjunta y coordinada de la UE ante la crisis. Por eso hay que darle la vuelta a la actual mayoría en el Parlamento Europeo, para dar voz común a Europa en las respuestas globales ante la crisis.
Los y las socialistas españoles trabajaremos por un gran pacto para la superación de la crisis y el impulso de un nuevo modelo de crecimiento altamente productivo, que apueste por sectores innovadores, que sea medioambientalmente sostenible, que cree empleo de calidad y bien protegido, que respete los derechos sindicales, que evite competencia desleal dentro de la UE con menor protección o salarios más bajos, que reparta con justicia beneficios, cargas y responsabilidades.
Para consolidar este modelo social, que no está garantizado sin una mayoría progresista, los socialistas apostamos por una educación de alta calidad para todas las personas y asegurar una educación postuniversitaria reconocida por todas las instituciones a nivel europeo. El éxito del programa Erasmus en la construcción de una ciudadanía europea aconseja su intensificación, de manera que todos los estudiantes universitarios de segundo ciclo tengan la oportunidad de cursar un semestre en otra Universidad de la Unión, así como su expansión al nivel de la educación secundaria con estancias financiadas desde el sector público.
En la construcción de un modelo económico más competitivo, apoyamos un nuevo y ambicioso Plan de Acción energético para Europa en el horizonte de 2012, en el marco de una Política Energética Europea basada en la sostenibilidad y diversificación de las fuentes, la integración del mercado, la solidaridad entre los miembros de la Unión, y la disminución en la dependencia energética. La Unión ha de asumir decididamente el reto de la sustitución, paulatina pero consistente, de la energía del carbono por las energías renovables, y avanzar en la sustitución de la energía nuclear e incorporar las tecnologías limpias a los sistemas de generación térmica e investigación en la captura del CO2.
De todos los retos que afronta el mundo actual, el que más nos compromete a todos y a todas es el del cambio climático. Los socialistas somos plenamente conscientes de la necesidad de dar un giro hacia el color verde de nuestro sistema productivo y de nuestra forma de vida. La Unión debe asumir la iniciativa para alcanzar, en la cumbre de Naciones Unidas a finales de 2009 en Copenhague, un acuerdo global de reducción de emisiones. Promoveremos que Europa esté dispuesta a llegar, como mínimo, al 30%, tendiendo al 40% en el horizonte de 2020, siempre que asuman compromisos equivalentes los grandes emisores industrializados.
Los y las socialistas españoles queremos contribuir a generar un gran pacto por el agua que no entienda de fronteras y que pase a formar parte, junto con la energía, del catálogo de políticas de seguridad estratégica de la UE, así como parte sustancial del mecanismo de solidaridad en la cooperación por el desarrollo.
Para los progresistas, el aumento de competitividad del sistema productivo europeo no puede ser otro que el del aumento del empleo de calidad, con incentivos a favor de los colectivos más vulnerables. En este sentido, proponemos la consolidación de un “Erasmus” laboral o un Programa Europeo de FP y la priorización de empleos en educación, sanidad, servicios sociales, atención a la dependencia y en la llamada economía verde.
Ha llegado también el momento de acompañar la libre circulación de trabajadores y trabajadoras con la participación de los mismos en los procesos de toma de decisiones, de consolidar el diálogo entre empresarios y empleados y de fomentar la negociación colectiva a nivel europeo. Para ello, necesitamos un Pacto Social Europeo de Progreso, una nueva agenda social europea que rompa y supere el bloqueo que hemos padecido en el último periodo por la oposición de la mayoría conservadora.
La Presidencia española de 2010 va a emplearse a fondo en la revisión del marco plurianual del Presupuesto de la UE, con visión europea y en función de las nuevas prioridades. Los españoles sabemos que la cohesión es el factor más potente de integración y construcción europea real. En consecuencia, apoyaremos firmemente la solidez de la política de cohesión con el apoyo presupuestario suficiente.
El mantenimiento de una Política Agrícola Común (PAC), una vez que ha sido reformulada y modernizada, compatible con una participación equilibrada de los países menos desarrollados en el comercio mundial, sigue siendo beneficiosa para el conjunto de la UE por su impacto positivo sobre el medio ambiente, la gestión sostenible de los recursos naturales y la seguridad alimentaria.
En esta primera fase del proceso de refundación del sistema financiero internacional, los socialistas defendemos una regulación que alcance a todos los actores del mercado y a sus distintas actividades, y que sea coordinada y armonizada a nivel internacional, por lo que, en tanto no exista un regulador financiero global, sugerimos avanzar rápidamente en estrechar la colaboración de los reguladores que supervisan mercados interconectados.
Propondremos tratamientos preferenciales para aquellas entidades financieras que adopten códigos de conducta y políticas de buen gobierno corporativo, que mantengan en un nivel honesto las retribuciones de sus consejeros y directivos y que contemplen la participación de los trabajadores en los beneficios generados. Proponemos impedir la existencia de blindajes en las empresas de capital público o con ayudas públicas a su pervivencia, así como la drástica limitación de los mismos y de las remuneraciones excesivas en las empresas privadas. Los socialistas defendemos la desaparición de los paraísos fiscales. A la vez, proponemos la supresión del secreto bancario y el establecimiento de sanciones para los Estados que lo mantengan y se resistan a colaborar en la transparencia internacional.
II. UNA EUROPA DE CIUDADANÍA: MÁS LIBERTAD, MÁS IGUALDAD Y MÁS SEGURIDAD
Tenemos muy claro qué Europa queremos: una sociedad más libre e igualitaria y, por tanto, más justa y fuerte. Para conseguirlo, hay que poner a las personas primero. Por ello, los socialistas debemos ser fuertes en Europa para combatir modelos sociales conservadores basados en una jornada laboral de 65 horas, despido barato y precariedad en el empleo. Impulsaremos una nueva Directiva que refuerce la dimensión social del proceso de integración comunitario equilibrándola con la económica.
Propondremos una Directiva sobre el Derecho a los Servicios Sanitarios que corrija la actual propuesta conservadora que rompe la equidad, no garantiza la calidad de la atención sanitaria ni prevé la continuidad de los cuidados, creando inseguridad a los pacientes. Nuestra propuesta garantizará el derecho a la movilidad, sin barreras económicas, y el derecho a una prestación de servicios adecuados.
Luchamos por la universalización de la educación pública preescolar en toda la UE, como medio y precondición para poder avanzar en la consecución de la igualdad. Para los socialistas es irrenunciable que los Estados miembros cumplan los Objetivos de Barcelona en materia de educación preescolar que fijó el Consejo Europeo en 2002: cobertura de plazas de escuelas infantiles del 33% para niños y niñas de 0 a 3 años y cobertura del 90% para menores de 3 años hasta la edad escolar, llegando al 100% de cobertura de plazas para niños/as de 3 años hasta la edad escolar y del 50% en la franja de 0 a 3 años. Reclamaremos una propuesta de Directiva sobre las trabajadoras embarazadas en la dimensión de la salud y la seguridad, especialmente en términos de prevención y evaluación de riesgos y para reforzar los derechos vinculados a la lactancia.
Garantizaremos el cumplimiento del Pacto Europeo para la Igualdad de Género e impulsaremos la creación de una Carta Europea de los Derechos de las Mujeres. Estamos decididos a seguir liderando la lucha contra la brecha salarial de género, promoviendo desde el Parlamento Europeo medidas antidiscriminatorias más duras y efectivas en el área laboral. También redoblaremos los esfuerzos en la lucha contra la violencia sobre las mujeres, el tráfico de seres humanos y la explotación sexual.Los socialistas vamos a completar el marco legal de antidiscriminación en la UE impulsando la aprobación de una Directiva sobre igualdad de trato por razón de origen racial o étnico, religión o convicciones, edad, discapacidad, orientación e identidad sexual que incluya otros campos diferentes del empleo, ya cubierto desde 2000.
Debemos contribuir a que se cumplan las obligaciones de la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Sólo un reducido grupo de países europeos protege la discapacidad de forma óptima, mientras que la mayoría tiene grados de protección parcial, manifiestamente deficientes. Impulsaremos la elaboración de un plan de acción específico europeo 2009-2013 sobre mujeres y niñas con discapacidad. En el campo de la accesibilidad, apoyaremos el establecimiento a partir de 2010 de una Capital Europea de la Accesibilidad Universal.Pensando en las personas de más edad, los socialistas promoveremos un programa europeo para que puedan en condiciones ventajosas visitar y conocer otros países de la UE.
Es preciso contar con una mayoría progresista en Europa para que las nuevas medidas que se adopten en materia migratoria se realicen desde nuestros planteamientos –una política de inmigración integral, justa y comprometida, que apueste por la igualdad absoluta, la no discriminación y la plena integración de los inmigrantes– y no desde el prisma de quienes los considera mano de obra ocasional.
Nos comprometemos a seguir progresando en la Política Común Europea de Inmigración, que hemos liderado desde el Gobierno de España, impulsando el despliegue de la Policía Común de Fronteras, el desarrollo de políticas de cooperación con África para luchar contra la pobreza, siguiendo el ejemplo de lo hecho por el Gobierno de España, y con especial atención al codesarrollo. Promoveremos a nivel europeo un nuevo mecanismo para que por cada ciudadano/a cualificado/a procedente de un país en desarrollo, se envíen fondos adicionales a su país de origen para ayudar al sistema educativo. Asimismo, defendemos el establecimiento de una legislación común de asilo para toda Europa.
En materia de lucha contra el terrorismo y la criminalidad organizada, es necesario que Europa intensifique y mejore sus instrumentos de cooperación policial y judicial. Los socialistas españoles nos comprometemos a perfeccionar y reforzar los medios de EUROPOL y EUROJUST, facilitando el intercambio de información entre las autoridades de los Estados miembros, y a impulsar una estrategia proactiva en materia de terrorismo, y no solo reactiva como sostienen los conservadores.
III. EUROPA FUERTE PARA UN MUNDO EN PAZ Y SOLIDARIO
Necesitamos fortalecer el papel de Europa como actor global para seguir construyendo un mundo en paz, más justo y solidario. La Presidencia española de la UE en 2010, en la que buscaremos la implicación activa de la sociedad civil, será nuestra oportunidad para imprimir un impulso definitivo en esa dirección. Nos proponemos ejercer una presidencia vigorosa y transformadora, aprovechando el ímpetu de la nueva administración norteamericana y la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, con la prioridad de desarrollar una respuesta coordinada a la crisis financiera y económica, y de dotar a la UE de una voz común potente y progresista ante los grandes retos que tenemos por delante.
Los socialistas queremos organizaciones internacionales más representativas, con modos de decidir más democráticos, con las capacidades y recursos necesarios para responder a lo que se reclama de ellas. Proponemos mejoras en el sistema de representatividad de una ONU con más competencias, incluyendo la reforma del Consejo de Seguridad y fortalecer al Consejo Económico y Social. Además de la reforma del FMI y del BM para una redistribución del poder más justa, proponemos el refuerzo de los vínculos entre la OMC, la OIT y la UNCTAD. Promoveremos, tal como se aprobó en la Conferencia sobre la agricultura de Madrid, una Alianza Global por la Agricultura, la Seguridad Alimentaria y la Nutrición, que sirva para abordar de una vez por todas la erradicación del hambre en el mundo.
En materia de seguridad y defensa, uno de los ejes prioritarios de la presidencia española, los socialistas españoles apoyamos el refuerzo de las competencias de la Eurocámara y que disponga de más intervención directa en el desarrollo de las capacidades de observación, diálogo y mediación de la Unión. Trabajaremos por un mundo sin armas nucleares, por la eliminación completa en todo el planeta de las bombas de racimo, por la aplicación de un Código de Conducta de la UE relativo a la exportación de armamento, y por la moratoria mundial de la pena de muerte. Aprovecharemos todos los foros, especialmente, la Alianza de Civilizaciones, para alentar el diálogo intercultural y el conocimiento y respeto entre los pueblos y creencias.
La presidencia española destacará también por una intensa vocación euroamericana en su sentido más amplio. Aprovechando la celebración de sendas cumbres, dará una importancia central a la relación de la UE con América Latina y el Caribe, y a las relaciones transatlánticas, donde el nuevo escenario en los EEUU amplía extraordinariamente el campo de convergencia con la UE, que aspiramos a concretar en una Agenda Trasatlántica Renovada.
La presidencia española contribuirá también a estrechar lazos entre la Unión y otras áreas regionales cruciales como el Mediterráneo -desarrollando la Unión por el Mediterráneo, y promoviendo la creación de un Banco Euromediterráneo-, África -fortaleciendo el Diálogo Político Global UE-África y el desarrollo de la Estrategia Conjunta UE-África- y Asia - clave en la respuesta mundial a todos los grandes retos-.
No escatimaremos esfuerzos en nuestro objetivo estratégico de conseguir una solución justa, aceptable por las partes y duradera para el Sáhara Occidental, de acuerdo con las resoluciones de la ONU, así como una paz justa en Oriente Próximo, que contemple la existencia de dos Estados. Queremos desterrar de Oriente Medio las armas de destrucción masiva, lo que exige trabajar también en una vía dialogada con Irán.
Sostenemos que los problemas ocasionados por la crisis no deben llevar al abandono de la agenda de los compromisos con la ayuda al desarrollo, sino que la hace aún más imperiosa y urgente. Su cumplimiento constituye precisamente una política contra la crisis. Pondremos todos los medios para que se cumplan en tiempo los ODM y alcanzar, para Europa, el 0’7% del PIB en AOD en el plazo de 2015. Promoveremos la revisión del Consenso Europeo sobre Desarrollo, para avanzar en eficiencia, y trabajaremos para que la Ronda de Doha beneficie a los países en desarrollo.
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