Buenos días a todos y todas. Hoy es 25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia de género, una fecha, sin duda alguna, muy importante para todos, especialmente para nosotras. Desde Juventudes Socialistas de Villafranca de los Barros nos preocupamos, no sólo en esta fecha tan reseñada, sino durante los 365 días del año, de un aspecto que está tan presente a la orden del día y que es una gran lacra social que arrastramos en la época en la que nos ha tocado vivir. Por ello, hemos elaborado este manifiesto, con el objeto de concienciar a la población acerca de este importante asunto, haciendo hincapié en los jóvenes, colectivo en el que nos movemos y por el que trabajamos.
“¿Por qué tenemos que esperar a que llegue una muerte para actuar? ¿Por qué seguimos escuchando eso de: “mujer asesinada por su pareja, la victima había presentado varias denuncias…”? ¿Por qué hay mujeres que siguen callando que sufren maltrato? ¿Por qué los que vemos este sufrimiento giramos la cabeza hacia otro lado? ¿Y por qué hay quienes continúan justificando lo que parece un simple desprecio o un golpe sin importancia?
La supremacía masculina, continúa existiendo y está a la orden del día. Aunque nos parezca mentira, por la época en la que vivimos, todavía podemos escuchar gente afirmando que el papel de la mujer está en casa, que debe ser el hombre el que “lleve los pantalones”. Escuchamos incluso: “me daría vergüenza que mi mujer tuviese un sueldo mayor que el mío”. Y aunque a algunos les extrañe todo esto puede llegar a nuestros oídos de la boca de un joven de 18 años. No pensemos que la nueva generación ha cambiado con respecto al machismo, ni mucho menos. No sería nuevo oír alguna noticia que nos diga que un adolescente ha maltratado a su pareja. De hecho muchos de nosotros hemos tenido cerca una noticia parecida, pueden llegar a decirte: “me pegó, pero solo fue una vez, y casi nada, además fue por hablar con otro chico”. ¿No habéis pensado que a lo mejor somos nosotras mismas las que le abrimos paso a la violencia de género?
Desde los medios de comunicación se debería informar, hacer publicidad de la violencia contra la mujer, de tal forma que la gente descubra que es una realidad presente con la que debemos acabar. Se debe animar a esa mujer que es víctima de maltrato a denunciar esos actos. Si que es cierto que ya se presta ayuda a través de los medios de comunicación, como por ejemplo con la campaña del Gobierno del número de ayuda a la mujer maltratada, el 016, y desde innumerables asociaciones de mujeres que ofrecen ayuda y apoyo psicológico a las afectadas. Sin embargo todavía se justifica y se trata de dar explicación a este tipo de violencia, atendiendo a las características del agresor, como el trastorno mental, adicciones; o factores externos como estrés laboral... Aquellos hombres que son alcohólicos y maltratan a sus compañeras sentimentales, no tienen en su gran mayoría, problemas con otros hombres. Esto no es justificación, ya que el mismo problema afecta a mucha gente y no todos se vuelven violentos con sus parejas. En el fondo estas justificaciones buscan reducir la responsabilidad y la culpa del agresor. Por ello debemos decir ¿es suficiente la publicidad que se hace? La concienciación ciudadana y en especial la del sector femenino es una labor en la que todos debemos colaborar, ayudar a quien lo necesite y animarla a denunciarlo.
En definitiva, todo esto ocurre en un país desarrollado. Pero ¿qué tal si miramos a oriente y llevamos la vista hasta esos países donde se permite la persecución y esclavitud de la mujer? Allí donde existe la lapidación de las que quieren separarse de su futuro impuesto junto a un hombre o de la que hace conocer que tiene una orientación sexual diferente a la que nos imponen. Esas mujeres que no pueden mostrar sus cuerpos, su pelo, su rostro... Aquellos países en los que continúan con la práctica de la ablación... Y en occidente, simplemente se opta por no hablar del asunto, pero, ¿qué vamos a esperar?
Si aquí somos capaces de infravalorar y ridiculizar a mujeres como Carme Chacón, que a cambiado la tradición de un puesto del Ministerio llevado desde su creación por hombres, el Ministerio de Defensa; estamos en ese occidente donde tenemos a la Iglesia Católica, si, esa que jamás llevará una mujer al frente y que las que forman parte de ella se cubren el cuerpo y la cabeza también; o esa Monarquía que solo permite a los hombres continuar con la dinastía... Y sí, esta es la base de la conciencia española, si ya fallamos desde aquí, ¿qué nos vamos a esperar?
Ya para terminar, no podía dejar atrás un tema tan actual como la reforma de la ley del aborto, algo que probablemente mucha gente no relacionaría con la violencia de género, pero que, como ya hemos dicho antes, todo influye. Y el principal objetivo de esta reforma es, ni más ni menos, descriminalizar a la mujer que tome la decisión de abortar, se trata de darle la libertad que necesita. Esto, es algo muy importante, sin libertad estás oprimido y la opresión crea desvalorización. Creando así la sumisión, esa que hemos tenido que sufrir las mujeres a lo largo de la historia; y volvemos así al tema del machismo y con él a la violencia de género, es decir, la pescadilla que se muerde la cola. Y aun así, tenemos al sector conservador en contra de esta reforma, a mujeres en contra de su propia libertad.
En conclusión y ya para finalizar, la violencia contra la mujer, abarca todos los actos mediante los cuales se discrimina, ignora, somete y subordina a las mujeres en los diferentes aspectos de su existencia. Es todo ataque material y simbólico que afecta a su libertad, dignidad, seguridad e integridad moral y/o física. El principal camino para acabar con la violencia de género, es la prevención. Esto incluye, por supuesto, un cambio global en la forma de ver las relaciones entre mujeres y hombres, un cuestionamiento de los roles sociales y estereotipos del lenguaje. Estos cambios deben partir desde las instituciones públicas y de las personas adultas, con el objetivo de que se transmitan eficazmente a niñas y niños.
Por tanto, y para que podamos lograr nuestro gran objetivo, debemos seguir luchando todas y todos juntos, porque el feminismo no solo trata de mujeres y porque el éxito de nuestra lucha dependerá de la colaboración mutua entre todos los individuos de la sociedad. Muchas gracias.”
“¿Por qué tenemos que esperar a que llegue una muerte para actuar? ¿Por qué seguimos escuchando eso de: “mujer asesinada por su pareja, la victima había presentado varias denuncias…”? ¿Por qué hay mujeres que siguen callando que sufren maltrato? ¿Por qué los que vemos este sufrimiento giramos la cabeza hacia otro lado? ¿Y por qué hay quienes continúan justificando lo que parece un simple desprecio o un golpe sin importancia?
La supremacía masculina, continúa existiendo y está a la orden del día. Aunque nos parezca mentira, por la época en la que vivimos, todavía podemos escuchar gente afirmando que el papel de la mujer está en casa, que debe ser el hombre el que “lleve los pantalones”. Escuchamos incluso: “me daría vergüenza que mi mujer tuviese un sueldo mayor que el mío”. Y aunque a algunos les extrañe todo esto puede llegar a nuestros oídos de la boca de un joven de 18 años. No pensemos que la nueva generación ha cambiado con respecto al machismo, ni mucho menos. No sería nuevo oír alguna noticia que nos diga que un adolescente ha maltratado a su pareja. De hecho muchos de nosotros hemos tenido cerca una noticia parecida, pueden llegar a decirte: “me pegó, pero solo fue una vez, y casi nada, además fue por hablar con otro chico”. ¿No habéis pensado que a lo mejor somos nosotras mismas las que le abrimos paso a la violencia de género?
Desde los medios de comunicación se debería informar, hacer publicidad de la violencia contra la mujer, de tal forma que la gente descubra que es una realidad presente con la que debemos acabar. Se debe animar a esa mujer que es víctima de maltrato a denunciar esos actos. Si que es cierto que ya se presta ayuda a través de los medios de comunicación, como por ejemplo con la campaña del Gobierno del número de ayuda a la mujer maltratada, el 016, y desde innumerables asociaciones de mujeres que ofrecen ayuda y apoyo psicológico a las afectadas. Sin embargo todavía se justifica y se trata de dar explicación a este tipo de violencia, atendiendo a las características del agresor, como el trastorno mental, adicciones; o factores externos como estrés laboral... Aquellos hombres que son alcohólicos y maltratan a sus compañeras sentimentales, no tienen en su gran mayoría, problemas con otros hombres. Esto no es justificación, ya que el mismo problema afecta a mucha gente y no todos se vuelven violentos con sus parejas. En el fondo estas justificaciones buscan reducir la responsabilidad y la culpa del agresor. Por ello debemos decir ¿es suficiente la publicidad que se hace? La concienciación ciudadana y en especial la del sector femenino es una labor en la que todos debemos colaborar, ayudar a quien lo necesite y animarla a denunciarlo.
En definitiva, todo esto ocurre en un país desarrollado. Pero ¿qué tal si miramos a oriente y llevamos la vista hasta esos países donde se permite la persecución y esclavitud de la mujer? Allí donde existe la lapidación de las que quieren separarse de su futuro impuesto junto a un hombre o de la que hace conocer que tiene una orientación sexual diferente a la que nos imponen. Esas mujeres que no pueden mostrar sus cuerpos, su pelo, su rostro... Aquellos países en los que continúan con la práctica de la ablación... Y en occidente, simplemente se opta por no hablar del asunto, pero, ¿qué vamos a esperar?
Si aquí somos capaces de infravalorar y ridiculizar a mujeres como Carme Chacón, que a cambiado la tradición de un puesto del Ministerio llevado desde su creación por hombres, el Ministerio de Defensa; estamos en ese occidente donde tenemos a la Iglesia Católica, si, esa que jamás llevará una mujer al frente y que las que forman parte de ella se cubren el cuerpo y la cabeza también; o esa Monarquía que solo permite a los hombres continuar con la dinastía... Y sí, esta es la base de la conciencia española, si ya fallamos desde aquí, ¿qué nos vamos a esperar?
Ya para terminar, no podía dejar atrás un tema tan actual como la reforma de la ley del aborto, algo que probablemente mucha gente no relacionaría con la violencia de género, pero que, como ya hemos dicho antes, todo influye. Y el principal objetivo de esta reforma es, ni más ni menos, descriminalizar a la mujer que tome la decisión de abortar, se trata de darle la libertad que necesita. Esto, es algo muy importante, sin libertad estás oprimido y la opresión crea desvalorización. Creando así la sumisión, esa que hemos tenido que sufrir las mujeres a lo largo de la historia; y volvemos así al tema del machismo y con él a la violencia de género, es decir, la pescadilla que se muerde la cola. Y aun así, tenemos al sector conservador en contra de esta reforma, a mujeres en contra de su propia libertad.
En conclusión y ya para finalizar, la violencia contra la mujer, abarca todos los actos mediante los cuales se discrimina, ignora, somete y subordina a las mujeres en los diferentes aspectos de su existencia. Es todo ataque material y simbólico que afecta a su libertad, dignidad, seguridad e integridad moral y/o física. El principal camino para acabar con la violencia de género, es la prevención. Esto incluye, por supuesto, un cambio global en la forma de ver las relaciones entre mujeres y hombres, un cuestionamiento de los roles sociales y estereotipos del lenguaje. Estos cambios deben partir desde las instituciones públicas y de las personas adultas, con el objetivo de que se transmitan eficazmente a niñas y niños.
Por tanto, y para que podamos lograr nuestro gran objetivo, debemos seguir luchando todas y todos juntos, porque el feminismo no solo trata de mujeres y porque el éxito de nuestra lucha dependerá de la colaboración mutua entre todos los individuos de la sociedad. Muchas gracias.”